jueves, 18 de marzo de 2010

Los maleducados educadores

Así es fácil.

Ahora que nos molesta tanto la basura de televisión que tenemos, de Estébanes y Campanarios, de Jorge Javieres y Josemis, de Bordiús y Paquirrines...Cuando la publicidad entretiene más que la programación (maldita TVE que nos la ha robado), y nos percatamos de que en los spots hay más criterio y trabajo que en la elección de los contertulios del debate de sobremesa...es muy fácil.

Antes había que andarse con pies de plomo para que los niños de la casa no nos toparamos casualmente con un contenido obsceno, burdo y bajuno (lo de bajuno en todos los sentidos posibles). Ahora ver Saber y Ganar y los documentales de la 2 no sirve de nada...menudo tostón, ¿cómo se va a aprender algo de cultura si ahora la cultura está marginada de la vida diaria?. Depende de lo que entendamos por cultura, claro, porque ahora a las chonis y verduleras, a los gandules y traperos ilustrados, a las petardas de esquina y bolso de imitación se les da un micrófono para que cuenten durante el almuerzo, en "prime time", sus miserias y nimiedades, o lo que me mola mucho más, las de los demás. Y lo que es rizar el rizo, hablar con desparpajo supremo y mucho "m'entiendes" (algo así como Voto a Dios, o Pardiez) de lo cruel que es la vida. ¿Cruel?, ¿contigo?, es verdad, debe ser una faena cobrar por sentarse a despellejar (y hasta deshuesar) a las que son como tú, o las que no, porque total, mañana vas a estar en el mismo sitio.

Con todo ello, y porque confío en que no somos tan estúpidos, dejemos ver a los niños la tele, cuanto más despreciable sea el que salga, (o la que salga, señora ministra) mejor. Porque con un poquito de normalidad y criterio que haya en el hogar, la criaturita dirá: "mamá, yo de mayor sé lo que NO quiero ser..."

Gracias por vuestra psicología inversa, señores empresarios de los medios, un mundo mejor es posible mientras ustedes muestren los desagües de nuestro país.

viernes, 12 de marzo de 2010

De arquitectura y decisiones de proyecto (de vida)

Me gusta la arquitectura.

Es difícil recordar el día en el que dije: quiero ser arquitecto. Casi ni lo decidí, todo ha fluido con discreta naturalidad hasta encontrarme irremediablemente a las puertas del proyecto fin de carrera próximo a empezar. Y ahora, que pronto estaré en el ejercicio profesional, cojo un rotulador rojo y marco este punto de inflexión en la deformada del calendario (chiste, sin gracia, entendible por algunos pocos-locos que se han decantado por este mundillo).

Septiembre de 2004, primer día de universitario, y una frase para el recuerdo: "bienvenidos a la profesión más bella de todas. Una profesión que nunca se deja de estudiar, y en la que no se discierne entre estudiante y profesional. Porque desde hoy sois arquitectos, y nunca dejaréis de ser estudiantes".

Otro paso atrás, septiembre de 2000, colegio Agustinos. Todos mis compañeros de ciencias se matriculan de Biología, menos yo, que opto por el Dibujo. De aquella época se queda grabado la insistencia del profesor en aquello de: "ejercicio bien resuelto, con los datos mal tomados cuenta como mal..." o una similar tal que: "grosor del rotring 0,2 es 0,2 no es 0,4; y no se dice pinchar, se dice hacer centro..."

Pero no eran los primeros contactos con la arquitectura, el dibujo, las matemáticas y la geometría. Siempre he tenido mi habitación plagada de piececitas con las que CONSTRUIR castillos de princesas y puentes de caballeros. Trincheras de soldados y refugios de francotiradores. Incluso los primeros encargos de casas para Barbie y el pedorro de Ken, con las que mi hermana desesperaba por la extensión de los plazos de entrega (se ve que la administración y la solicitud de licencia y primera ocupación funcionan igual a cualquier escala y desde cualquier época).

Aquí un servidor es hijo de aparejador-arquitecto, casado con una mujer muy paciente, mi mamá. Ya estaba dando la lata cuando papá terminaba su segunda carrera, casualmente el proyecto fin de carrera que yo en breve comenzaré. Eran días y noches de mesa de dibujo, café, plumillas, cuchilla y papel vegetal. Paralés, escuadra y cartabón, y escalímetro. Papá dibujaba, mamá colaboraba delineando y pasando a tinta, y daba los retoques estéticos a las plantas del proyecto (igual que ha hecho siempre con los trabajos del cole de mi hermana y míos). Y Aquí el cabezón con 1 año entorpecía la labor tirando de las esquinas de los planos que se agolpaban en la habitación. Ahí, sin quererlo supe que sería arquitecto:"llévate al niño que así no hay manera de acabar..."

Por todo ello ahora me acuerdo con cierta risa irónica de las incontables ocasiones en las que escuché:"¿Arquitectura? no sabes donde te metes...". Perdone, usted no sabe lo que es arquitectura. No lo he elegido, he nacido así.

jueves, 11 de marzo de 2010

Para no aburrirse

Y no. No me aburro. Hace tiempo empecé a interesarme por el famoso 2.0, o lo que es lo mismo, las redes y comunidades de usuarios. Facebook, twitter, tuenti, buzz, flickr... un galimatías que no tiene otra labor que interconectarnos entre todos. ¿Eso quiere decir que te encierras en tu cuarto y no sales ni a ver si es de día? Para nada.

Redes sociales, blogs, foros, y su correspondiente vocabulario: follower, contacto, flickmail, privado, tweet, tag, tablón...no son más que una estratagema para hacer las arduas y obligatorias horas delante del ordenador (cada cual con lo suyo) algo más amenas y ¿por qué no? productivas.

Trabajar, estudiar, investigar... son tareas en las que el ordenador es el principal medio a día de hoy para mantenerse enganchado al tren del desarrollo y la optimización de resultados. Siempre ha habido gente que le dé una vuelta de tuerca más, y surgió una "cabecita pensante" que dijo: "si se usa cada vez más en el ordenador y eso resta tiempo de socializarse, ¿por qué no conseguir que mediante el ordenador se esté en contacto con lo que pasa detrás de la pantalla?" y claro, en internet no hay límites, no solo se está en contacto con lo acontecido en cualquier lugar, ahora, el contacto a distancia también es interpersonal, regulado al gusto de cada uno, incluso privado si se desea.

Somos capaces de lanzar códigos y que los lea cualquiera, y a su vez, éste lo recomienda a otros tantos, y llega un momento en el que la información no puede parar". ¿No es maravilloso? es lo más parecido al efecto mariposa.

Por todo ello, doy a luz este blog, pidiéndole disculpas a mis amigos por no verlos todo lo que desearía, gracias a los que no lo son aun por establecer un primer contacto conmigo por esta ventanita, y mi saludo a todos por igual.

Bienvenidos

P.D.: La vida 2.0 nunca tendrá el sabor de una cerveza y una tapa con tus amigos.